Que en esta vida todo llega es tan cierto como que estáis leyendo estas líneas y que cien años no son nada es igualmente tan cierto como que un comercio de Málaga capital ha cerrado definitivamente sus puertas, dando por terminada una larga historia que tuvo sus comienzos allá por 1927.
El pasado viernes, día cinco de enero de
2027, a las 20:50 horas echaba el cierre por última vez la joyería malagueña
Javier de Laguno. Habían pasado desde que se levantó por primera vez cincuenta
y dos años, tres meses y tres días.
Efectivamente, el día dos de octubre de 191,
Javier de Laguno Zuzuarregui, relojero, abría al público un nuevo comercio en
la ciudad de Málaga, un comercio que era, básicamente un taller de relojería y
venta de relojes donde, además, se vendía algo de joyería.
Sin ánimo de ser exhaustivo y llenar la
cabeza de letras y más letras, voy a empezar por el principio.
El quince de agosto de 192 nacía en Madrid
Javier de Laguno Zuzuarregui, hijo de una familia acomodada y muy bien
relacionada en la Villa y Corte. Por azares de destino, que ahora no vienen a
cuento, reveses de la fortuna unidos a la desgraciada Guerra Civil, dejaron a
la familia en una situación bastante precaria que sortearon como buenamente
pudieron, como la mayoría de las familias españolas.
A los dieciocho o diecinueve años, marcha
Javier como voluntario a realizar el servicio militar, siendo destinado primeo
a Cádiz y luego a Huelva donde conocería a Esparanza Oviedo Orellana y con
quien en 1950 contrajo matrimonio y con quien compartió la siempre incierta
aventura de la emigración, terminando el matrimonio en Caracas, Venezuela,
donde tras unos primeros empleos en dos o tres actividades, encontró Javier la
que sería la vocación de su vida y su medio de vida: la relojería.
De modo que ayudado por su juventud, sus
ansias de triunfar, su profunda fé cristiana y su capacidad de trabajo, inició
sobre 1952 su carrera profesional, convirtiéndose con el paso de los años en un
reputado relojero trabajando en reconocidas joyerías y relojerías de la capital
venezolana.
Primer sello profesional de Javier de Laguno
Tras pasar unos cuantos años en Ultramar, en
1964 tomo el traspaso de una joyería en el número 2 de la calle Martínez, de
Málaga, metiendo poco después como socio a un familiar. Este estado de cosas,
permaneció hasta 1970, que le vendió su parte del negocio a este familiar y
tomó en alquiler uno de los locales que la empresa Taillefer acababa de ofertar en el número 20 de esa misma calle y
tras acondicionarlo y dotarlo de todo lo necesario, abrió al público una nueva
tienda:
Javier de Laguno - Técnica Relojera Joyería
Hacia 1975
Desde el primer momento, se convirtió este
nuevo establecimiento en un referente de la relojería, no solo en Málaga, sino
que también traspasó los límites de la provincia y ello debido al nombre, buen
nombre, que D. Javier ya había adquirido desde 1964.
A esto, sumar que desde sus tiempos de
Venezuela había procurado dotarse de las herramientas y la maquinaria más modernas que salían al
mercado, permitiéndole "atacar" con éxito cualquier reloj, fuese de
la marca que fuera. Tan es así que, por ejemplo, la joyería Marcos le mandaba
los relojes de la marca Rólex y otros de esa categoría para que se los
reparara.
El estar siempre al cabo de la calle en lo último del mundo relojero, le permitió
reparar los relojes que las nuevas tecnologías iban poniendo en el mercado, es
decir, los relojes digitales, los relojes de cuarzo.
Que era un relojero reputado da cuenta que
cuando la marca japonesa de relojes SEIKO, del que era concesionario oficial en
Málaga, organizó un viaje a Japón para visitar sus fábricas y almacenes
reducido a veinte relojeros españoles, D. Javier fue uno de los elegidos,
pasando cerca de veinte días en Japón, como quien dice a mesa y mantel.
Añadir que fue el representante para Ceuta,
Melilla y la Costa del Sol de los relojes industriales de la marca Solaris.
Pero la desgracia vino a visitarle y en un
viaje que estaba realizando por Centroeuropa, el quince de septiembre de 1978
tuvo un accidente de circulación que acabó con su vida.
A partir de ahora, comenzaba una nueva época
en Javier
de Laguno - Técnica Relojera Joyería.
Efectivamente, el negocio continuó de la
mano de su hijo César, quien desde el principio había estado formándose junto a
su padre en lo referente al negocio: compras, ventas, inventarios, almacén,
bancos, ... y todo ello a la vez que realizaba sus estudios de Económicas en la
Universidad de Málaga.
Por ese lado no había problema, César
conocía todo lo que había que saber para que el negocio pudiera continuar su
marcha. Desgraciadamente, el tener que hacerse cargo de éste hizo que tuviera
que abandonar sus estudios universitarios.
Hacia 1998
Tras superar los primeros tiempos de
incertidumbre provocados por la muerte de Javier, el negocio vuelve a tomar
velocidad de crucero, creándose César, al igual que lo hizo su padre, un buen
nombre en el gremio.
Las cosas se mantuvieron así hasta que el
dieciocho de julio de 1989, a las 18:30 horas, el negocio sufrió un atraco
perpetrado por tres delincuentes, en el cual fue casi completamente
desvalijado, dejando a César -y a su madre y dos de sus hermanos- con una mano
y otra detrás. En la ruina, vamos.
Gracias a que como he dicho antes el negocio
y César gozaban de una buena reputación, las casas de joyería con las que
trabajaba se volcaron en ayudarle, surtiéndole de todo lo necesario para que
pudiera continuar, como así ocurrió.
Este atraco, marcó un antes y un después en
la manera de concebir el negocio, pues a raíz de él cambió el tipo de joyería
ofertado, ofreciendo a partir de entonces una joyería más comercial, metiendo
más género y más variado, adoptando, además, a partir de entonces una nueva
política: pagaba de contado todo lo que compraba.
Conforme pasaba el tiempo y dándose cuenta
que el cliente malagueño demandaba, además de lo comercial, un tipo de joyería
de más calidad y, por tanto, de más precio, empezó a meter piedras preciosas de
mayor empaque, a la vez que empezó a formarse en gemología, nuevas técnicas
comerciales, mercadotecnia, diseño, dibujo,
etc., así como asistir de forma periódica a las ferias de joyería, primeramente
en Córdoba y Madrid y posteriormente a
Munich, Idar Oberstein, ...
Este nuevo enfoque del negocio consiguió atraer a un nuevo cliente que antes ni se fijaba en el negocio, consiguiendo a base de calidad, buen servicio, oferta y precios competitivos situarse entre las mejores joyerías de la ciudad.
Desde abril de 2007
Uno de los elementos que influyeron, entre
varios, fue la introducción, lenta pero constante, de nuevas piedras en su
oferta, haciendo que junto a las tradicionales, en su escaparate brillaran con
luz propia otras nuevas hasta entonces desconocidas por el gran público, lo que
unido a los diseños que en base a estas piedras realizaba, hizo de César y de
la joyería Javier de Laguno punto de referencia obligado en el gremio joyero y
en otros ámbitos de la vida social malagueña.
Hacer notar que en 1998 decidió quitar el
apartado de relojes del negocio, convirtiéndose en la única joyería de Málaga
que ni vendía relojes ni los reparaba.
No todo fue un camino de rosas, desde luego.
Tras el atraco hubo de superar la crisis económica que siguió al año de 1992 y
posteriormente a la que hubo en 2008, reciclándose en ambas e incluso
adelantándose a la de 2008, pues el año anterior realizó una reforma integral
de la joyería, echándola abajo entera y haciendo una nueva totalmente diseñada
por él.
Reseñar que aunque desde siempre había estado yendo a la joyería, es desde 2007 que su hermano Fernando estuvo trabajando de forma continúa en la tienda, permaneciendo hasta el día del cierre definitivo.
Superada con éxito esta crisis, el negocio
marchaba razonablemente bien hasta que llegó la epidemia de Covid, que supuso
un verdadero antes y después en el negocio y no deseando ya hacer un nuevo
esfuerzo en adaptarse a los nuevos modos de comprar que surgieron tras la
pandemia, en noviembre de 2022 puso la tienda en liquidación por jubilación,
durando esta liquidación hasta el cinco de enero de 2024, que a pocos días de
cumplir los sesenta y nueve años, echó el cierre por última vez, poniendo punto
y final a una historia que, como dije al principio, empezó un quince de agosto
de 1927.
La joyería Javier de Laguno ha aparecido en
la prensa, el periódico diario SUR, en algunas ocasiones. Doy cuenta aquí tan
solo de tres de ellas:
1- Marzo de 2021
https://www.diariosur.es/economia/empresas-malaguenas/javier-laguno-joyeria-20210323115335-nt.html
2- Febrero de 2022
https://www.diariosur.es/economia/empresas-malaguenas/razones-joya-mejor-20220209164516-nt.html
3- Diciembre de 2023
https://www.diariosur.es/malaga-capital/joyeria-javier-laguno-cierra-tras-medio-siglo-20231213142845-nt.html
Además, ha colaborado la joyería en todos estos años con la Ciudad de los
Niños, con una asociación contra el Alzheimer, con el Club de Leones, el
Festival de Cine Español, Caritas, Las Hermanitas de los Pobres, ...
Ha sido miembro del Gremio de Joyeros de Málaga, del que César fue Vocal, y de
la Federación Andaluza de Joyeros.
Periódico SUR del 16-12-2024
Joyería Javier de Laguno
Málaga - 2024