Breve resumen de los cincuenta años de la Joyería Javier de Laguno. Cincuenta años de buen hacer.
A finales del año de 1964, el Señor Don Javier de Laguno Zuzuarregui abría al público una joyería situada en el número 2 de la calle Martínez, esquina con Puerta del Mar, en la ciudad de Málaga. La joyería se llamaba Universal.
Se trataba de una joyería que había adquirido por traspaso y a la que le mantuvo el nombre.
Por determinadas circunstancias, metió como socio a un familiar suyo, pero con el paso del tiempo, la diferencia de criterios a la hora de enfocar el negocio dio pie a que Don Javier aprovechara la oportunidad que se presentó cuando la sociedad Taillefer puso en alquiler una serie de locales comerciales en el otro extremo de la calle, próximo a la calle Larios, viendo en ello una oportunidad que no podía desaprovechar y mediante la cual podía llevar a la práctica su proyecto de negocio, el cual, debido al inmovilismo, desinterés y falta de visión de futuro de su socio, no pudo llevar a cabo.
Y dicho y hecho. Tomó en alquiler uno de los locales, le vendió a su socio su parte del negocio y el dos de octubre de 1971 abrió al público una relojería, la más moderna del momento en Málaga, y que venía avalada por el enorme prestigio que Don Javier había adquirido como relojero en los años anteriores, pues no en vano reparaba toda clase de relojes independientemente de la marca de estos, pues debido a sus contactos y a sus años de residir en América, se había hecho con una "caja de herramientas" única en Málaga en esos entonces.
Dicha relojería recibió el nombre de Técnica Relojera Javier de Laguno.
Sus amplios conocimientos de la relojería, la calidad de su trabajo y la puntualidad en las fechas, no hicieron sino incrementar con el paso del tiempo su merecida fama como relojero, reconocida por reputados relojeros y empresas del sector, tanto de Málaga como de fuera de ella.
Su ámbito de trabajo no se ceñía únicamente a los relojes de pulsera, bolsillo o despertadores, mecánicos, eléctricos y electrónicos, no, que también abarcaban los relojes industriales y de empresas. Ejemplo de esto es que durante años fue el relojero oficial para la Costa del Sol, Ceuta y Melilla de la casa italiana SOLARI.
Como no podía ser de otra manera en una ciudad tan comercial como Málaga, el escaparate de la relojería ofrecía un amplio abanico de marcas de relojes expuestos para la venta, marcas de algunas de las cuales era concesionario oficial, como por ejemplo la japonesa SEIKO, quien impresionada por la profesionalidad en la venta y reparación que de los relojes de su marca hacía Don Javier, en 1977 le incluyó como participante en un viaje que la empresa organizó a Japón, a sus fábricas.
A dicho viaje fueron un reducido y selecto grupo de relojeros provenientes de toda España y además de visitar las fábricas de la empresa, fueron regalados con visitas turísticas a diferentes lugares, asistencia a espectáculos, a restaurantes de cocina tradicional japonesa, etc.
Como complemento a la relojería, introdujo Don Javier joyería, la cual fue incrementando con el paso del tiempo.
Al fallecimiento de Don Javier en septiembre de 1978, se hizo cargo del negocio uno se sus hijos, César de Laguno Oviedo, quien tras superar una etapa de crisis, inició una nueva época en el negocio, invirtiendo más en joyería, dando pasos para que esta fuera cada vez de un nivel mayor de calidad, logrando situarse en poco tiempo entre las mejores joyería de la ciudad, no solo por la calidad sino que también por la oferta y atrevimiento en los diseños.
Un inesperado suceso fue el motivo de un nuevo giro en el negocio: en julio de 1984 sufre un atraco a mano armada que le despojó de un golpe de prácticamente todo el patrimonio del negocio, dejándole en la ruina.
Antes que hundirse, sacó fuerzas de flaqueza y apoyado por firmas comerciales que tenían de él un alto concepto por su honorabilidad, honradez y honestidad, remontó el vuelo ofreciendo a partir de entonces un nuevo modelo de joyería, iniciando ¡otra vez!, una nueva etapa, la cual se caracterizó por irse alejando de la relojería e introduciendo un tipo de joyería más comercial, más asequible al gran público, apostando por determinados segmentos del espectro de la oferta y no renunciando a los nuevos y atrevidos diseños que cada día más llegaban al mercado, antes al contrario, incrementando su presencia en el escaparate.
Al final,, se deshizo totalmente de la relojería y se centró en la joyería, la cual, con el correr de los años, fue subiendo de nivel, tanto en calidad como en diseño.
De esa manera su reputación profesional se vio significativamente incrementada, situándose entre las mejores joyerías y joyeros de Málaga.
Como curiosidad, decir que el mismo se fabricaba sus propios expositores y diseños de sus escaparates.
Y con estos mimbres, lo que en su día empezó siendo una relojería acabó convirtiéndose en una joyería, la cual ha conseguido superar en estos 50 años, una crisis en 1978-1979, un atraco en en 1984, y tres crisis más: la de 1992-1993, la de 2007 y la de 2020, saliendo de todas ellas airoso, aunque está última se está viendo ralentizada por el actual escenario de guerra en el este de Europa y que tanto está afectando a la economía.
Joyería Javier de Laguno
Málaga - 2 de octubre de 2021.
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