Joyería Javier de Laguno : LAS JOYAS DE ORO COMO VALOR REFUGIO Y DE FUTURO. UN PATRIMONIO FAMILIAR.

En esta dura y prolongada crisis, muchas conceptos se han visto modificados de forma sustancial. Uno de ellos ha sido el de gasto en bienes de consumo de corta vida y limitada satisfacción.

Hemos pasado de gastar alegremente, por que disponíamos de medios o por que nos concedían crédito con gran facilidad, ( no solo me refiero a los bancos, también el de las propias tiendas o empresas, con las que operamos: ropa, muebles,....), a mirar con lupa lo que nos cuesta lo que compramos y si de verdad lo necesitamos. No nos preocupábamos si lo que nos pedían en un restaurante era mucho por lo que nos daban o si la prenda de ropa que adquirimos era , además de bonita, buena y duradera, según su precio. Si el sillón de relax era útil y necesario o solo un capricho.

Hay que tener en cuenta, que tras gastar en la comida del restaurante, disfrutándola en el momento, después no quedaba nada; tras el uso de la ropa bonita, ya desgastada o rota, no quedaba nada; tras el butacón, rotos los muelles por su uso y desgastada la tapicería, solo queda un trasto inútil.

Nada de estos bienes mantenía un valor tras su uso, por lo que no nos sirven para afrontar necesidades. No han sido inversiones, solo han sido gasto.

Diferente ha sido el caso del dinero usado a lo largo de los años, en la compra de joyas de oro.

Recién compradas, el disfrute que obtenemos de su uso es similar al de los demás bienes mencionados más arriba. Pero hay que valorar, que tras su uso, por abusivo que haya sido, por estropeadas que estén, siguen teniendo valor por el que podemos obtener un precio.

Viene esto a cuenta, en que gracias a las joyas compradas y usadas a lo largo del tiempo, en muchas familias se ha podido solucionar problemas económicos, a veces severos, merced a la revalorización del oro desde que se compró hasta el momento de su uso para paliar dichos problemas económicos. Han sido un auténtico PATRIMONIO.

Tras la compra de una joya lo que hay que hacer es usarla, disfrutarla, aprovechar al máximo su valor de uso. Se revalorizará con el paso de los años, no de forma inmediata. Pero muchas familias han podido comprobar, para su beneficio, que cuando llegan situaciones de crisis generales, el oro sube al ser el valor donde se refugia el dinero, aumentando pues su demanda y por tanto su precio.

En cualquier caso, cuando compremos una joya, sopesemos su belleza y su "utilidad", teniéndola como un hermoso PATRIMONIO de futuro.