Las características de la joya han de venir claramente expresadas, no con términos imprecisos que pueden llevar a confusión.
Si una piedra preciosa es natural ha de venir expresado como "natural".
Se da la circunstancia de que en algunas joyas se están montando como piedras preciosas piedras obtenidas en laboratorio. Se les da nombres que prestan a confusión. El caso más reciente es el de las ESMERALDAS RECRISTALIZADAS, que son obtenidas en laboratorio. Por tanto NO es natural, es SINTÉTICA.
Siempre que el comprador sepa que se trata de una piedra sintética, y que como tal paga, no hay ningún problema.
El problema es que en muchos casos los propios encargados de venderlas no lo tienen claro y, en muchos casos, al ir acompañadas dichas piedras sintéticas con diamantes naturales, dan la idea al comprador de que está adquiriendo una joya con esmeralda natural.
El problema no es exclusivo de la esmeralda. Puede darse con otras piedras preciosas y semipreciosas.